Distancias del campo: el campo es tan largo que puede apreciarse la curvatura de la Tierra. Sólo se ve la portería al llegar al área. Tras largos estudios, las conclusiones sobre sus dimensiones para poder observar dicha curvatura son las siguientes: 1,5 kms de largo, más de 700 m de ancho. Ésto nos explica porque los chavales tienen que correr durante un capítulo para llegar a portería.
Capacidad física: los chavales tienen unos pulmones del tamaño de un elefante para poder correr la banda. Los centros al área suponen un esfuerzo considerable al igual que los corners. Todo esto por no hablar de los saltos.
Saltos: Bueno, mejor sí hablar de ellos; a ver, si la portería mide 2 metros y medio de alto los chavales saltan dos veces su altura (unos 5 metros Oliver) o incluso más (pongamos que unos 7 metros Mark). Además son capaces de permanecer en el aire durante medio capítulo. Esto nos lleva a dos conclusiones. O bien la gravedad es menor en Japón o bien los chavales están muy fumados. También puede ser que les dieran hormonas de piojos para desarrollar su capacidad de salto.
Potencia: los chavales son capaces de disparar desde fuera del área (unos 300 metros) o centrar desde el córner (unos 350 metros). Esto supone que tengan unas piernas 10 veces más musculosas de lo normal. En uno de los episodios un portero mete un gol desde la portería contraria. Tras largos estudios se llegó a la conclusión de que disparó a más de 1000 km/h para recorrer esos 1,5 kms en 5 segundos.
Táctica de juego: quizás lo único no paranormal de la lista, pero cabe destacar que las estrategias siempre eran las mismas. Uno corriendo a toda leche y dos tipos detrás a cada lado. Los 3 corrían el kilómetro y medio de campo.
Arbitraje: No se sabe como, pero la liga infantil japonesa es famosa por contratar árbitros y jueces de línea ciegos para que silven los partidos de estos chavales, ya que nunca ven las enormes faltas. Ademas, estos arbitros eran famosos por pitar el final del partido justo en el minuto exacto reglamentario. En un episodio el balon avanzaba a 100km/h y estaba a 0,05 milimetros de entrar en la porteria, el arbitro dio por finalizado el encuentro, no hubo gol.
El comentarista: nadie sabe cómo es posible que todos los partidos, incluso jugándose a la vez, sean narrados por el mismo tío. Así toda la serie. Y ni un Golia que se toma. Además no comentaba para radio o televisión, comentaba para todo el estadio entero. Era una especie de Dios Supremo para los jugadores pues cuando por ejemplo, Mark iba tan tranquilo por el terreno de juego, llegaba un paquete del equipo contrario a robarle la pelota y entonces el comentarista:¡¡Atención, Mark, que te entran por detrás!! Y así Mark se libraba de la entrada.
La afición: era un partido entre chavales, un partido de infantiles, pero aun así era un acontecimiento a nivel mundial: en el estadio había más de 100.000 personas y no solo en las finales, sino en todos los partidos.
Las condiciones climatológicas: si era un partido dramático (tipo Julian Ross) siempre llovía y esto provocaba que los chavalines vieran visiones, en especial Oliver que empezaba a ver a sus tres amores: Tom, Roberto y Benji. Al contrario, si era una final (que siempre era Oliver contra Mark) hacía un calor que te cagas de muerte.
Oliver siempre ganaba: Fuera como sea como fuese, Oliver siempre conseguía la victoria (Menos una vez) y Mark se cabreaba y escapaba a entrenarse con su entrenador de toda la vida, Jeff Turner (Kozo Kira), conocido familiarmente como “el borracho”.
Los guardametas: Era increible pero en la serie solo habian 3 porteros buenos (benji, tex tex y un gordoton que ocupaba toda la porteria). Todos los demas porteros se caracterizaban por ser unos grandes inutiles, que cada remate era gol seguro, y quedaban flotando en el aire hechandose la estirada como por 5 minutos del episodio, mientras la bola no paraba de girar en la red y el comentarista omnipresente gritaba gol.
Los remates especiales: No importa que tan increible era el remate que hacia Oliver, los gemelos o quien sea… al final de cuentas siempre pasaba a la par de la cara del portero mientras este con cara de idiota se quedaba quieto (sobretodo el portero suplente del Niupi).
Un buen patadón provoca una estela en el balón.
Los chavales son tan fuertes que un buen patadón puede llegar a reventar balón, romper la red, agrietar paredes o hacer que balón y portero entren en la portería.
Los estadios son inimaginables pero con esas dimensiones tendrían una capacidad de más de medio millón de personas, además siempre están llenos aunque sea para ver jugar a unos niños. Eso sí es afición y no la del Real Madrid (O en su defecto, su equipo del alma).
El tiempo de juego es muy variable, puede durar 3 minutos de capítulo o 7 capítulos (unos 210 minutos de juego).
Una buena patada produce efectos locos: en zig-zag, con colorines, etc, o también puede provocar que el balón adquiera formas increíbles pudiendo tomar la forma de una banana.
Cuando los jugadores del equipo contrario le salen al paso a Oliver, ya sean 4 ó 5 para quitarle el balon, no hacen ni siquiera el amago de intentarlo cuando llegan a él, y Oliver siempre consigue driblarlos, mientras que los contrarios se quedan más parados que un palo.
Los jugadores contrarios NUNCA se cansan debido a la longitud del campo; o funcionan con cuerda o tienen la sangre de horchata.
Pueden meter un gol aunque esten en el ultimo segundo de partido justo antes que el arbitro pite para el final, tirando de la mitad de la cancha.
En general, hay preguntas sin resolver en esta serie llena de extraños sucesos, como por ejemplo, las siguientes:
¿Qué hubiera hecho Mark si Oliver le hubiera ganado una vez más? ¿Se hubiera suicidado? Porque recordemos que él siempre decía al principio de los partidos que iba a ganar, y se lo restregaba por las narices a Oliver. Y al final, Mark perdía y se cabreaba. Bueno, una vez se fue a la playa a entrenar. ¿Entrenar? ¿O es que quería suicidarse allí? Porque el día que entrenaba en la playa, había un huracán…
¿Era Ted Carter el hermano secreto de los gemelos? Ese diente debe ser un rasgo hereditario. En conclusión, no eran gemelos, eran trillizos.
Si los protagonistas de la serie son chabales, con estadios de 1.5 km, que nunca se cansan, que aguantan horas corriendo, que saltan unos 7 metros, nos queda la pregunta ¿Los jugadores profesionales que demonios…?
Retro:Misterios de los Supercampeones
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