Vamos a explicar una paradoja, que se apoya en dos conocidas leyes de la naturaleza:
Ley del gato cayendo: todo gato que cae, lo hace sobre sus cuatro patas.
Ley de la tostada con mantequilla: toda tostada untada cayendo llegará al suelo con el lado untado hacia abajo.
Problema:Se toma un gato y se le ata -con mucho cuidado- un pan tostado untado en la espalda, de tal forma que el lado untado de mantequilla quede hacia arriba. Se le lanza al aire -de nuevo con delicadeza- para observar su caída. ¿Qué sucede?
Recordar que un gato siempre cae de pie, y que una tostada siempre del lado de la mantequilla.
¿Caerá el gato de pie? O por el contrario ¿caerá sobre su espalda de modo que la mantequilla manche el suelo?
Piensa…
Piensa…
Piensa más…
Mucho más…
¿Has encontrado una solución?
Las dos leyes citadas al principio se contradicen claramente… con lo que el gato permanece en un misterioso estado de ingravidez… Esta es la famosa paradoja del gato y la tostada.
La paradoja del gato y la tostada
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