Para la NASA siempre ha sido un reto enviar un trasbordador al espacio, no sólo por los costos, sino por el tipo de materiales que se usan para poder salir de nuestra atmósfera. Sin embargo, existe una labor aún más titánica que enviar un vehículo al espacio: regresarlo a salvo.
Para lograr esta misión, la NASA ha inventado unas placas cerámicas especiales que pueden disipar el calor rápidamente. En este video puedes observar el modo en que, tras calentar el cubo a 1,204 grados durante una hora y salir al rojo vivo del horno, puede tocarse con los dedos al poco tiempo.
Sin duda un increíble material que no sólo puede soportar las altas temperaturas de la entrada a la Tierra, sino también el extremo frío del espacio, que puede llegar hasta los 156 grados bajo cero.
Cada nave consta de más de 21 mil placas de cerámica y deben inspeccionarse una a una para notar algún desperfecto.
El Cubo mágico de la NASA
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