Un recordado especial de Halloween de Los Simpson tiene a Homero viajando al pasado accidentalmente luego de intentar reparar una tostadora, que termina funcionando como una máquina del tiempo casera.
Una vez en la prehistoria, Homero descubre que cualquier cosa que afecte o modifique de su entorno, por más ínfima que sea, generará enormes cambios en el futuro. Detrás de esta idea está la famosa teoría del efecto mariposa, pero también, llevándolo al terreno de las decisiones personales, el concepto bien podría vincularse a nociones filosóficas como el destino o el libre albedrío, todos temas apasionantes pero que no corresponde discutir en este espacio.
Sin embargo, lo que aquí sí corresponde, y vamos a hacer a continuación, es presentarles 6 asombrosos casos en los que una simple y aparentemente insignificante decisión tuvo grandes consecuencias:
1. La negación del permiso para portar un arma a Martin Luther King
El gran Martin Luther King se convirtió en el líder del Movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos a partir de la década de 1950, poniendo su esfuerzo, su carisma y su inteligencia al servicio de la sociedad para protestar en contra de las injusticias a las que eran sometidos los afroamericanos (y también otras protestas antibélicas o contra la pobreza).
Su lucha, que le valió la condecoración del Premio Nobel de la Paz en 1964, se caracterizó por la no violencia y por las protestas pacíficas, pero el destino hubiera sido muy distinto, si no fuera por la decisión de un sheriff años antes.
Tras haber sido electo líder de una comunidad en Montgomery, Alabama, King comenzó a sufrir varias amenazas de algunos ciudadanos blancos, por lo que consideró que debía tener un arma para defenderse. El permiso fue denegado por un sheriff local, afortunadamente, ya que suena difícil imaginar a un líder abogando por la no violencia luego de poseer armas para defensa personal.
El activista Bayard Rustin, que fue consejero y mentor de King en sus primeros años, fue también fundamental para la adopción de la protesta pacífica por parte de King, ya que lo convenció de que alcanzar conquistas en los derechos civiles era mucho más importante que la defensa personal. Algo que, como sabemos, terminaría con la vida de Martin Luther King.
2. El afán por tener algo de ropa limpia de Buddy Holly
Cuando el legendario Buddy Holly, pionero del rock and roll, se subió a un avión en 1959, sus motivaciones eran muy sencillas: quería tener algo de ropa limpia y descansar un poco antes de subirse al escenario nuevamente.
La gira que estaba realizando se había extendido y tenían poco tiempo entre presentación y presentación, por lo que él y otros notables músicos (como Ritchie Valens y “The Big Bopper” Richardson) se subieron a una pequeña avioneta, que los llevaría en menor tiempo a la próxima ciudad de la gira. La avioneta se estrelló y el 3 de febrero de 1959 se convirtió en el “día que la música murió”.
3. El gusto de Abraham Lincoln por el teatro
De acuerdo al biógrafo y amigo de Abraham Lincoln, Ward Hill Lamon, el presidente había soñado que un funeral estaba teniendo lugar en la Casa Blanca y que, cuando se acercaba al cadáver, descubría que el muerto era él. Aparentemente, esto ocurrió 10 días antes de su propio asesinato, ocurrido en 1865, cuatro años después de que Lincoln había asumido la presidencia de los Estados Unidos.
Tal vez Lincoln debería haber tenido en cuenta esta premonición y tener mayor cuidado, sin embargo, la noche de su muerte, había decidido ir al teatro casi sin protección. No sólo salió sin su guardaespaldas personal, sino que el hombre que quedó como único protector del presidente en el teatro, decidió salir por un refresco en el entreacto. El asesino, John Wilkes Booth, vio la oportunidad, se acercó a Lincoln y le disparó, hiriendo mortalmente a uno de los presidentes más importantes de la historia americana.
4. Las ganas de sentir el aire y el sol en la cara de JFK
Otro asesinato impactante y significativo que involucra a un líder estadounidense ocurrió en noviembre de 1963, cuando un disparo de un francotirador en Dallas, Texas, terminó con la vida de uno de los hombres más prometedores y carismáticos de la política, John Kennedy, a dos años de ser electo presidente.
La decisión de ir a Dallas estuvo motivada por la necesidad de comenzar a moverse rumbo a la campaña para la elección de 1964 y, probablemente también como parte de una decisión concerniente a la campaña presidencial, el presidente decidió hacer el desfile en un automóvil con la capota baja. Eso permitiría que el presidente y su esposa sean vistos por la mayor cantidad de gente, pero también fue lo que determinó que el tirador pudiera apuntar más certeramente.
5. La decisión de tomar asiento de Rosa Parks
Rosa Parks fue una activista estadounidense que también luchó por los derechos de los ciudadanos afroamericanos, y que es conocida como “la primera dama de los derechos civiles” y “la madre del movimiento de libertad”.
¿Qué fue lo que hizo que sea considerada la pionera de este gran movimiento? El hecho de que en 1955, mientras viajaba en un autobús, se negó a darle el asiento a un pasajero blanco, desafiando lo que estipulaba la ley racista de la época. Este pequeño acto de desobediencia civil, junto con otros similares, fueron los cimientos del emergente movimiento de los derechos civiles y fue lo que le comenzó a dar notoriedad a un carismático pero desconocido ministro religioso llamada Martin Luther King Junior.
6. El interés de evitar el tráfico del General Potiorek
En 1914, las tensiones en Serbia habían alcanzado un punto crítico: un grupo de conspiradores estaban planeando el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria. El general Potiorek, a pesar de esto, invitó al archiduque y a su esposa, la duquesa Sofía, a la inauguración del hospital, durante su visita a Sarajevo.
Uno de los conspiradores intentó asesinarlo lanzando una granada, pero ésta no estalló a tiempo y el automóvil que llevaba al archiduque se salvó. El acontecimiento, sin embargo, alertó a la seguridad, y estos debieron abandonar el plan previamente diseñado. Uno de los conspiradores, se fue a un café, probablemente a comer un sandwich, cuando vio girar en la esquina al automóvil con el archiduque, la duquesa y el General Potiorek.
El chofer dobló a la derecha, pero Potiorek consideró que por ese camino habría demasiado tráfico y sería muy peligroso, por lo que hizo detener el automóvil y dar marcha atrás para ir por otro camino. El auto se apagó y demoró en dar arranque, lo que permitió al conspirador Gavrilo Princip, que veía la escena desde el café, acercarse y dispararle al archiduque. Este asesinato, como sabemos, provocó la crisis que desembocó en la Primera Guerra Mundial.
via: http://curiosidades.batanga.com/
6 insignificantes decisiones que cambiaron el mundo
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